mueren en olvido
12 de mayo del 2013
Por Administrador
México, 12 de mayo (Reforma).- Los sargentos Benito Lorenzana y Eliseo Cruz demandaron ayuda, pero murieron en el olvido.
Ambos dedicaron más de 20 años al Ejército, pero fueron dados de baja por inutilidad.
A los dos les amputaron una pierna, hechos por los que acusaron a los hospitales militares de negligencia, pues aseguraron, sus extremidades estuvieron mal atendidas.
De la fibra militar pasaron a una situación precaria. Obtuvieron haberes de retiro que no pasaron de los 4 mil 500 pesos al mes, se quedaron sin trabajo y con la moral por los suelos.
“Yo digo que no debiéramos ganar millones ni que nos dieran grandes lujos, caray, sólo entender que prestamos unos buenos años al Ejército, que expusimos la vida y que jamás nos importó arriesgarnos, y veame, hasta ni me creen que sea un sargento retirado, sino un indigente”, dijo Lorenzana a REFORMA en una entrevista en febrero de 2011.
Cruz falleció el 9 de julio de 2012. Lorenzana también perdió la vida ese año, pero no se tiene registro de la fecha precisa.
En sus últimos días de su vida militar, los dos sargentos prestaron sus servicios a la 19 Zona Militar, con sede en Tuxpan.
“Murieron en el olvido, decepcionados, no se les apoyó con medicamentos, con tratamiento médico, con nada se les apoyó”, recuerda el Capitán retirado Teófilo Martínez, compañero de los finados.
“La última vez que vi al sargento Lorenzana estaba desahuciado, no tenía atención, una señora, donde rentaba un cuarto es quien le apoyaba. Lo que me impresionó es que siempre tenía una foto con su uniforme militar en la pared, aparecía con su arma y su casco en una de sus primeras misiones del Ejército”, recuerda Inocente Hernández, otro sargento en situación de retiro que conoció a Lorenzana.
De acuerdo con el teniente retirado Carlos Cerecedo, dirigente de la Federación de Militares Retirados, A.C. (Femirac) en Tuxpan, la Ley del ISSFAM debe ser revisada pues considera que desatiende a la tropa y se les condena al olvido.
“Más para el personal que es inutilizado y tiene menos de 20 años en el Ejército; ellos no tienen derecho a pensión, los liquidan y quedan en la indigencia, la tropa es la que más se expone dentro del Ejército, creo que es injusto”, comenta Cerecedo.
Cerecedo y Martínez coincidieron, además, en que actualmente el cuadro básico de medicinas a los que tienen derecho los militares retirados es muy reducido.
“No hay medicinas y hay compañeros que les urge tratarse de cierta enfermedad”, urgió Cerecedo.
“Son cotidianas las quejas del Servicio Médico, en primer lugar por la carencia de medicinas, prótesis y aparatos ortopédicos, con frecuencia se ven
Ambos dedicaron más de 20 años al Ejército, pero fueron dados de baja por inutilidad.
A los dos les amputaron una pierna, hechos por los que acusaron a los hospitales militares de negligencia, pues aseguraron, sus extremidades estuvieron mal atendidas.
De la fibra militar pasaron a una situación precaria. Obtuvieron haberes de retiro que no pasaron de los 4 mil 500 pesos al mes, se quedaron sin trabajo y con la moral por los suelos.
“Yo digo que no debiéramos ganar millones ni que nos dieran grandes lujos, caray, sólo entender que prestamos unos buenos años al Ejército, que expusimos la vida y que jamás nos importó arriesgarnos, y veame, hasta ni me creen que sea un sargento retirado, sino un indigente”, dijo Lorenzana a REFORMA en una entrevista en febrero de 2011.
Cruz falleció el 9 de julio de 2012. Lorenzana también perdió la vida ese año, pero no se tiene registro de la fecha precisa.
En sus últimos días de su vida militar, los dos sargentos prestaron sus servicios a la 19 Zona Militar, con sede en Tuxpan.
“Murieron en el olvido, decepcionados, no se les apoyó con medicamentos, con tratamiento médico, con nada se les apoyó”, recuerda el Capitán retirado Teófilo Martínez, compañero de los finados.
“La última vez que vi al sargento Lorenzana estaba desahuciado, no tenía atención, una señora, donde rentaba un cuarto es quien le apoyaba. Lo que me impresionó es que siempre tenía una foto con su uniforme militar en la pared, aparecía con su arma y su casco en una de sus primeras misiones del Ejército”, recuerda Inocente Hernández, otro sargento en situación de retiro que conoció a Lorenzana.
De acuerdo con el teniente retirado Carlos Cerecedo, dirigente de la Federación de Militares Retirados, A.C. (Femirac) en Tuxpan, la Ley del ISSFAM debe ser revisada pues considera que desatiende a la tropa y se les condena al olvido.
“Más para el personal que es inutilizado y tiene menos de 20 años en el Ejército; ellos no tienen derecho a pensión, los liquidan y quedan en la indigencia, la tropa es la que más se expone dentro del Ejército, creo que es injusto”, comenta Cerecedo.
Cerecedo y Martínez coincidieron, además, en que actualmente el cuadro básico de medicinas a los que tienen derecho los militares retirados es muy reducido.
“No hay medicinas y hay compañeros que les urge tratarse de cierta enfermedad”, urgió Cerecedo.
“Son cotidianas las quejas del Servicio Médico, en primer lugar por la carencia de medicinas, prótesis y aparatos ortopédicos, con frecuencia se ven
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